El otro día poniendo orden entre los sobrantes de unas obras, encontré un resto de pintura utilizada en la pared del cabecero de un dormitorio y ese color me gusta tanto, pero tanto, que decidí utilizarlo para crear complementos en el mismo dormitorio.
Y los complementos fueron unos archivadores de IKEA, de madera que había en la casa.
Con la idea en la cabeza fui a Tinta Gris en busca de un bonito papel que combinase bien y lo encontré; un papel de base verde claro con estampado de flores en blanco y frambuesa. Perfecto!!
El resto es facilísimo, pinté todo el archivador y una ve seco le añadí una cenefa hecha con el papel de Tinta Gris.
El resultado, ni que decir tiene, fue del agrado de todos y quedan perfectos en el nuevo dormitorio.
Fotos y realización: madera y zinc